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Impactante hallazgo: pez diablo negro emerge en la superficie por primera vez y es captado en imágenes

El 26 de enero de 2024, un ejemplar adulto del pez diablo negro (Melanocetus johnsonii), una criatura de las profundidades marinas, fue descubierto flotando en aguas poco profundas cerca de la Playa San Juan, en Tenerife, España. Se trata de un evento sin precedentes, ya que esta especie rara vez es observada fuera de su hábitat natural en la zona abisal. Gracias a este inesperado encuentro, científicos y fotógrafos lograron capturar imágenes inéditas de la criatura antes de su fallecimiento, lo que representa una oportunidad invaluable para la comunidad científica.

Un avistamiento sin precedentes en la superficie

El descubrimiento fue realizado por miembros de la ONG Condrik-Tenerife, una organización dedicada a la investigación de tiburones pelágicos. La bióloga marina Laia Valor, quien participó en la observación, describió la escena como un hallazgo extraordinario, destacando que el pez se encontraba flotando de manera inusual en la superficie. Este comportamiento es altamente atípico, ya que esta especie suele habitar a más de 1.000 metros de profundidad.

David Jara, fotógrafo especializado en vida marina, documentó con detalle la anatomía del pez diablo negro, una de las especies más enigmáticas del océano. Su cuerpo oscuro, su boca descomunal llena de afilados dientes y el característico apéndice luminoso sobre su cabeza, diseñado para atraer presas en la oscuridad abisal, fueron captados en impresionantes imágenes.

Un monstruo marino de tamaño diminuto

A pesar de su aterradora apariencia, el pez diablo negro es de dimensiones pequeñas en comparación con otros depredadores marinos. Las hembras adultas pueden medir hasta 18 centímetros de longitud, mientras que los machos son considerablemente más pequeños, con un tamaño máximo de apenas 3 centímetros. Este notorio dimorfismo sexual se debe a su peculiar método de reproducción, en el cual el macho se adhiere al cuerpo de la hembra y se fusiona con ella, funcionando como una fuente continua de esperma.

¿Por qué llegó a la superficie?

La presencia de este pez en aguas superficiales ha generado diversas hipótesis entre los expertos. Algunos científicos especulan que podría haberse visto afectado por cambios en las corrientes oceánicas, variaciones en la temperatura del agua o la contaminación marina. Otros señalan que el pez podría haber sufrido una enfermedad o daño fisiológico que lo llevó a ascender hasta la superficie, donde finalmente murió.

Por otro lado, teorías menos científicas han surgido en redes sociales. Algunas interpretaciones místicas, como las mencionadas por la astróloga Mhoni Vidente, sugieren que la aparición de esta criatura fuera de su hábitat podría ser una señal de cambios significativos en el medio ambiente.

Una oportunidad para la ciencia

El inusual avistamiento de este pez ofrece una oportunidad única para el estudio de especies abisales. Debido a la dificultad de acceder a su hábitat natural, cada hallazgo de este tipo proporciona información valiosa sobre su comportamiento, anatomía y adaptación a las condiciones extremas del fondo marino.

Este descubrimiento reaviva el interés en la exploración de los océanos y plantea interrogantes sobre los efectos del cambio climático y otras alteraciones ambientales en las especies de aguas profundas. Mientras la ciencia avanza en la comprensión de estos ecosistemas ocultos, el misterio del pez diablo negro sigue cautivando tanto a expertos como a aficionados del mundo marino.

 |  Joaquin Gutierrez  | 

El 26 de enero de 2024, un ejemplar adulto del pez diablo negro (Melanocetus johnsonii), una criatura de las profundidades marinas, fue descubierto flotando en aguas poco profundas cerca de la Playa San Juan, en Tenerife, España. Se trata de un evento sin precedentes, ya que esta especie rara vez es observada fuera de su hábitat natural en la zona abisal. Gracias a este inesperado encuentro, científicos y fotógrafos lograron capturar imágenes inéditas de la criatura antes de su fallecimiento, lo que representa una oportunidad invaluable para la comunidad científica.

Un avistamiento sin precedentes en la superficie

El descubrimiento fue realizado por miembros de la ONG Condrik-Tenerife, una organización dedicada a la investigación de tiburones pelágicos. La bióloga marina Laia Valor, quien participó en la observación, describió la escena como un hallazgo extraordinario, destacando que el pez se encontraba flotando de manera inusual en la superficie. Este comportamiento es altamente atípico, ya que esta especie suele habitar a más de 1.000 metros de profundidad.

David Jara, fotógrafo especializado en vida marina, documentó con detalle la anatomía del pez diablo negro, una de las especies más enigmáticas del océano. Su cuerpo oscuro, su boca descomunal llena de afilados dientes y el característico apéndice luminoso sobre su cabeza, diseñado para atraer presas en la oscuridad abisal, fueron captados en impresionantes imágenes.

Un monstruo marino de tamaño diminuto

A pesar de su aterradora apariencia, el pez diablo negro es de dimensiones pequeñas en comparación con otros depredadores marinos. Las hembras adultas pueden medir hasta 18 centímetros de longitud, mientras que los machos son considerablemente más pequeños, con un tamaño máximo de apenas 3 centímetros. Este notorio dimorfismo sexual se debe a su peculiar método de reproducción, en el cual el macho se adhiere al cuerpo de la hembra y se fusiona con ella, funcionando como una fuente continua de esperma.

¿Por qué llegó a la superficie?

La presencia de este pez en aguas superficiales ha generado diversas hipótesis entre los expertos. Algunos científicos especulan que podría haberse visto afectado por cambios en las corrientes oceánicas, variaciones en la temperatura del agua o la contaminación marina. Otros señalan que el pez podría haber sufrido una enfermedad o daño fisiológico que lo llevó a ascender hasta la superficie, donde finalmente murió.

Por otro lado, teorías menos científicas han surgido en redes sociales. Algunas interpretaciones místicas, como las mencionadas por la astróloga Mhoni Vidente, sugieren que la aparición de esta criatura fuera de su hábitat podría ser una señal de cambios significativos en el medio ambiente.

Una oportunidad para la ciencia

El inusual avistamiento de este pez ofrece una oportunidad única para el estudio de especies abisales. Debido a la dificultad de acceder a su hábitat natural, cada hallazgo de este tipo proporciona información valiosa sobre su comportamiento, anatomía y adaptación a las condiciones extremas del fondo marino.

Este descubrimiento reaviva el interés en la exploración de los océanos y plantea interrogantes sobre los efectos del cambio climático y otras alteraciones ambientales en las especies de aguas profundas. Mientras la ciencia avanza en la comprensión de estos ecosistemas ocultos, el misterio del pez diablo negro sigue cautivando tanto a expertos como a aficionados del mundo marino.